Wednesday, December 20, 2006

Silvia, 36 años, rubia y soltera.

Era una noche de verano, me encontraba solo en mi casa, una noche de verano tropical, de esas húmedas de densa lluvia, gruesa y caliente, tormentosa y violenta.
Leía algo, un libro grueso con olor a páginas viejas que no recuerdo. Cae un mensaje de texto a mi celular que suena fuertemente y me asusta, claro! Era puro silencio y concentración en el libro; y el mensaje comenzaba con: “macho”, y decía un par de guarangadas onda, “te quiero coger, tengo la concha llena, tengo 36 años, soy linda”..Eso decía más o menos, jajajaja, comienzo a reír descontroladamente; el libro calló al piso y perdí la marca de la página. -Que mensaje extraño-pensé, todo esto con un número desconocido con palabras de hombre, fahh, empecé a pensar que me estaban jodiendo; seguro! Esto era algún amigo, o alguien queriendo hacerme entrar. Comencé con una paranoia en un momento, ¿quien es? ¿me conoce? ¿de donde sacó mi número? Ya había olvidado la lectura, mi cabeza rondaba en eso y me pareció divertido seguirle el juego fuera quien fuera. Entonces le contesté el mensaje de texto y decía una cosa así: ja esta bien, ¿quien sos?, ¿me conoces? ¿ de donde sacaste mi número? Entonces esperé la respuesta.

Entre que busco algo de comer llega el sms, voy comiendo al cuarto donde tenía el celular y leo: “hola macho” (siempre empezaban así), “No me conoces tengo 36 años soy linda rubia no tengo novio busco un hombre. que edad tenés? No tengo cómputos mañana te escribo beso Silvia”. Y yo contesto: Tengo 25, mañana cumplo 26. Paso el rato mientras proseguía mi lectura, entre párrafo y párrafo pensaba que no importaba si escribía o no, ya había sido divertido de todas formas, hasta podría servir para una historia. En eso, me dormí.
Despierto, un día hermosamente soleado, hago mi paro de mano matinal y luego veo un mensaje de texto que había llegado mientras dormía. “Feliz cumpleaños!” No se que… no se que, “que pases lindo”. Bueno, le mando: gracias, haceme un regalo, je.. La tarde derivó en unos trabajos que tenía que hacer. A las horas suena nuevamente, sms, Leo: “Quiero coger con vos macho quiero hacerte cosquillas con la nariz en las bolas estoy buscando mi príncipe azul que venga con la llave y me abre el calzón de lata.” y algo más que no ricordo. Quedé estupefacto, jajajajajaja- comencé a escupir de repente. Todo esto era muy divertido, si fuera en broma o no tampoco importaba, era una situación muy bizarra como para descartarla y dejarla fuera de la colección de anécdotas; las anécdotas son almacenábles, siempre hay un momento para contar alguna, o para dejar algo, siempre a alguien le pueden servir, las aventuras enriquecen y saben aflorar cuando uno las necesita.
En un rato, era la media tarde, cansado de estar trabajando frente al monitor me voy a fumar un cigarrillo a la ventana, fumando decido llamar a este individuo que se hacía pasar por una tal Silvia, de 36 años, cabello rubio, solterona y cachonda. La llamo, quería sacarme la duda, ¿y si atendía un hombre?, jaja, o si realmente era Silvia, era todo muy bizarro. Suena libre el telefono, suena unas 5 veces, corto y llamo devuelta, suena dos veces y me atiende alguien pero no habla nadie, como unos ruidos de oficina en el fondo y en tanto corta. Quedo pensando, y me digo- claro, seguro que era joda; clinclinclin! Suena el celular, obviamente un mensaje del “supuesto” Silvia. Leo: “Disculpa que no te atienda, es que soy sorda y no pude atenderte”. Ja! La peor excusa, ¿o sería verdad? No importaba mucho, la historia estaba tomando otro color y me gustaba. Fah ¿y si realmente era sorda? Que bizarro se ponía todo. Ya la veterana o quien fuera era sorda y esto se estaba poniendo divertido, bastante divertido. No me acuerdo que le conteste pero luego contestó Silvia, rubia de 36 años, linda, sorda, y candente: “mira yo tuve un novio músico director de un coro”, (se ve le dije que era músico) “sos un divino me encantan tus mensajes mua mua mmmuuuaa”. Éramos dos personas jugando un juego extraño, sumamente entretenido, que, hacía aflorar la imaginación de uno (yo) y del otro seguramente. Te hacía entrar en un personaje. La emoción de estarjugando con un desconocido algo sumamente dudoso y emocionante.



Los días pasaron, yo no escribí y ella tampoco, tampoco importaba demasiado, lo que había pasado ya había sido divertido y ya me estaba imaginando el resto de la historia. Pasó onda alrededor de una semana y un día en una tarde realmente soleada de esas que encandilan y uno tiende a cerrar los ojos como Clint Eastwood; en eso tiriti, tiriti, tiriti, miro el celular, mensaje de texto: “Vamos a vernos quiero conocerte silvia”. Wow, ¿Qué hago? Tenía la oportunidad de sacarme la duda y no podía desaprovecharla, ¿o podía? Me daba curiosidad por un lado y por el otro tenía la leve sospecha de que quedaríamos en vernos, nunca llegaría nadie y quedaría esperando como un boludo; Entonces le contesté: Bueno si dale. donde nos vemos? Valía la pena pasar por ese riesgo con tal de que me sacara la duda que había acarreado todos estos días, seguro que si. Sms: “20 hs en el bar green park frente al obelisco beso silvia”. Bueno las fichas estaban tiradas y no había marcha atrás. Iría a ese lugar y conocería a la mujer o develaría la broma pesada y me sentiría un poco tonto, pero valía la pena si las cosas no pasaban, la anécdota ya estaba marcada y tenía algo para contar. Y si no iba me quedaría con la duda por siempre.

Llegué al Green Park a las ocho menos cinco, soy puntual y además vivo cerca. Me senté, pedí una cerveza en una mesa de afuera, observando la gente que pasaba y cada veterana rubia o teñida yo pensaba “es esta”, cada tanto tomaba un sorbo de la fría y deliciosa cerveza fumando un cigarrito. Pasó el rato, ya había tomado ¾ de cerveza y calculaba media hora, ya estaba un poco como alegrín; miraba toda veterana como de 36 que pasara y ya ni rubias tenían que ser, me quería ir porque estaba aburrido y odio esperar, entonces prendí otro cigarrillo y tomé otro trago, otra pitada, otrto trago, así mataba el tiempo de la tortura d la espera. Cuando siento una mano femenina sobre el hombro, miro, rubia onda 32 años, bonita, realmente bonita, vestida como de secretaria; y dice-Mauro? Con una voz rara como de sordo. Si le digo, también con la cabeza. Me da un beso en la mejilla entonces; le señalo la cerveza y el hago un gesto como de mhh, ¿querés? “no sabía como comunicarme, aunque hablara nunca había hablado con un sordo o mudo y la gente tiende a pensar que el mudo es sordo y el sordo es mudo”. Me hace entender que si, pido una cerveza más y otro vaso. Hablamos un rato, nos manejamos entre que ella hablaba muy bien y más o menos leía los labios, y alguna seña que otra ayudaba. Hablamos de nosotros, que éramos, cosas que nos pasaron, derivo en un par de horas hablando y tomando cerveza; a eso de las tres horas yo estaba borrachito y ella lo parecía también. Me caía bien por ahora Silvia, era una persona entretenida, abierta, pero con la madurez que le correspondía. Hasta que se me acercó, me dijo que era lindo y comenzó a besarme la oreja izquierda, en unos segundos subió a la mejilla y en eso nos estábamos besando. Nos besamos unos minutos, luego se me sentó en la falda y me señala el gesto de conducir un auto y me dice ¿querés ir a casa? Le digo que si, también con la cabeza. Caminamos unas cuadras hasta donde se encontraba el auto y marchamos a su casa. En el camino pone la radio y pasaban Midnight Special por los Creedence. Ella tenía la mano derecha en la palanca de cambios y en eso la pasa a mi pelvis, abre los botones de mis jeans azul oscuro y me mete la mano dentro del calzón. “It’s the midnight special…shinny lights on me..” Las luces corrían en la calle, un viento rápido y cálido entraba por la ventana, las estrellas estaban sobre la calle y la luna nos seguía a donde fuéramos, era un buen augurio de una noche hermosa y candente.

Llegamos a su casa, era una casa típica montevideana, con puerta a la vereda y sin jardín, solo la fachada. Ya había soltado mi pene hace un rato. Entramos, la casa era ciertamente lujosa, prolija y pulcra. Me dice que va al baño y que me sirva lo que quiera (señalando el barcito que tenía). Serví dos whiskys con hielo y me senté en el sillón, Encendí un cigarrillo y me relajé en el cómodo sillón de terciopelo rojo. A los minutos la escucho venir por atrás, me toma los hombros y comienza a masajearme, tenía tacto para los masajes. Toma mi oreja con la boca, la besa suavemente, la besa salvajemente, la come, si pudiera masticarla como un chicle lo haría; comienza a comerme el cuello y de ahí a todo el torso, me estaba devorando. Sentí como si algo me estuviera tragando para luego digerirme, me sentí como la carne de descuento de Supermercados Disco, era una criatura hambrienta, sedienta de emociones y aventuras, sus debilidades como ser sorda en realidad eran su fuerte, tenía algo raro, especial, emocional, sumamente de otro lugar, no parecía un animal de por aquí, era un bicho de proporciones bíblicas en su manera de sentir bíblicamente, hasta forma de devorarme, me imaginaba una especie de demonio devorador medieval, de cabellos rubios y escultural cuerpo de doncella. Fui hasta el baño, me mojé la cara, oriné, me limpié, volví y ahora yo debía comerla, quería masticar y fue lo que hice.
Cuando la repasaba suavemente con mi boca por todo su cuerpo se estremecía y emitía los ruidos de goce más extraños que oí en mi vida, era como un animal esa mujer, un animal supersensible, sensibilizada por la falta de un sentido (el oído) que había logrado de cierta forma un más extenso mundo interior, algunas cosas se pierden y otras se ganan, sobre todo en extender otros medios sensitivos. Ella me tiró en la cama y prácticamente me cogió, ella a mi, la chica era una energía guardada mucho tiempo, contenida, como un globo muy inflado, duro y parecía estar explotando frente a mi cara, era todo pasión exorbitante y era saltarín como un oso Gummie en pleno pegue de jugo de gomibaya. ¿Porque le gustarían los músicos? ¿Por la capacidad de crear algo que ella nunca sentiría? Seguro se imaginaba la música como un mundo mágico, único, enorme y al que no podía acceder. Yo le expliqué que podía llegar a sentir las emociones, las notas, las frecuencias y energías electromagnéticas del rock and roll sin escuchar, sino que lo podías sentir con todo el cuerpo hasta envolverte de ese éter de electromagnetismo-y frecuencias sonoras. Por el volumen inflingido y la electricidad. Lasd notas te golpean y te mueve, el bombo puede llegar a ser como tu segundo latido.

Luego tomé yo las riendas por un rato y la movía como un muñeco de aquí para allá, tampoco había visto a alguien tener tantos orgasmos de esa manera, tan intensos y en multitudes. Se estremecía en movimientos esporádicos y se le retorcía todo el cuerpo, envuelto en ese lamento totalmente gozado, eso cada unos minutos, era realmente increíble; parecía que rea la primera vez que sentía algo así pero era solo mi percepción pues no podía saberlo. Eso me confirmó su Supersensibilidad, era un animal de otro mundo; emanaba unos sonidos como de lobo aullante, como algún animal no reconocido en celo ( tampoco ella escuchaba sus sonidos y eso los hacía muy raro). Era un lamento y un goce al mismo tiempo; como en trance Tantra, la mujer estaba en otro lado, en un lado que yo he estado pero no de esa manera, yo lo había visitado el lugar, ella era de ese lugar y se había metido hasta sus raíces. Terminamos tirados en la cama, sudados, relajados, fumando un cigarrillo. Nadie hablaba, solo era degustar lo recién vivido, en un momento nos dormimos abrazados. Despierto, estoy envuelto en sus brazos, desperté porque su despertador sonaba para que se fuera a trabajar, me dejó en casa y se fue a laborar. Quedé pensando en casa, tenía el presentimiento de que no la vería más y hasta el momento se va cumpliendo; no porque tuviera o no ganas de verla, eso no me lo cuestionaba sino que era lo que se olía en el aire. Lo que se siente cuando uno está sensible a el entorno como a mi me pasa ahora en este momento, de esa sensibilización copiosa que Silvia había dejado en mi, o más bien, por lo menos resucitado.

Thursday, December 14, 2006

Marco, Martina y la carne.

Hubo una suerte de atracción funesta entre dos personas, de una vehemencia tal que cambio el rumbo de estas dos personas. Marco y Martina.

Ellos se conocieron unos años atrás, no importa mucho los detalles como y cuando, solo me voy a lo vital de esta relación en lo que quiero contar; se conocieron mediante sus ex novios respectivos: el Marco era amigo del novio de ella, Martina, en ese momento. Marco y su amigo Fede se conocían de toda la vida y eran prácticamente iguales en el sentido de que eran de personalidades fuertes, extrovertidos, divertidos pues tenían el mismo humor y se reían de las mismas cosas, les gustaba la misma música y todo pero la diferencia es que Marco era un hombre imponente; su voz te hipnotizaba, su mirada daba miedo pues Marco era una tormenta por dentro desde como hablaba o se reía hasta cuando se callaba… era como el silencio después del trueno y a su vez como el reposo sereno de Buda. En cuanto a Martina era muy parecida a ellos dos porque Martina con Fede más que novios eran amigos se llevaban muy bien, en cuanto al humor la forma de ser, tatatarata, pero cuando Martina conoció a Marco se llevaron bien a la primera mirada, en un szasz! Ya estaban hablando y si….los dos pibes eran iguales. Por este lado este trío amiguístico y por otro la novia de Marco, Lucía que no le caía bien Fede y menos Martina que se llevaba tan bien con su novio. En fin lucia no entraba en ese circulo amigado, era radicalmente opuesta a todos y por sobre todo a Marco, que no sabía que hacía con el, y menos últimamente que Marco notaba todo eso más que nunca y un poco le estaba cansando. A veces salían solos los tres porque “ella se aburría”.

Al principio entre Marco y Martina solo había buena onda y ni se miraban y, lentamente, ella comenzó a embriagarse de Marco, el la sedujo al ritmo de un buen vino, macerando la seducción, la atracción entre ambos; solo falto que ella lo hiciera notar para que el comenzara en el juego, el juego de las miradas prohibidas. No era difícil tampoco sentirse atraído por ella, era una chica hermosa, inteligente y desenfrenada, carismática y poco guardada. No guardaba nada, lo que había que sacar lo sacaba.

Poco a poco lo fue carcomiendo la cuestión a Marco, desde que comenzó a mirarla solo fue cuestión de tiempo para que comenzara a enloquecerlo esta chica. Su novia era muy bonita también pero no le daba nada de eso que el quería, alguien que comprendiera sus cosas más profundas y poco a poco, poco a poco fue perdiendo interés en Lucía.

Llegó a un momento de locura irrefrenable Marco, más por su forma de ser; además por que su amigo era novio da la mina con que el estaba enloqueciendo; pero estaba fuera de si el, inquieto, tenía a Martina en su mente la mayor parte del día, susurraba su nombre “Martinaa..” y le sonaba como un dulce esa palabra y en su boca se hacía agua por la sed que el tenía de Martina. Pensando en ella y masturbándose mientras se bañaba, la visualizaba mientras tenía sexo con Lucía para poder acabar. Una obsesión total tenía Marco por ella, lo estaba arruinando a su yo afectivo y su yo quehacerístico. Pero no era una fijación de “amor loco” sino un algo carnal, algo que sus viseras le obligaban a hacer, a pensar y masturbarse, jaja suena así pero fue tal cual. Su carne lo estremecía de dolor, como un jonquie que necesita su Morfina.

Martina en su realidad lo que le pasaba era un dilema, ella quería mucho a Fede pero estaba sintiendo cosas por otro que no sentía hace mucho por alguien y eso la confundía demasiado; no quería dañar a nadie, entonces trató de no pensar más en Marco pero le fue imposible, mientras más se lo quería sacar más lo tenía en mente. Ese hombre la podía, esa intensidad de Marco, ese mirar, vivir, hablar, mover, le hacía imaginar que abrazarlo sería una sensación de otro mundo y que tener sexo con el sería algo sumamente intenso como el.





El tiempo fue pasando, ellos trataron de olvidar sus pasiones. No podían seguir así. Franco intentaba-tratando de seguir la felicidad ociosa con su novia; pero ya se sentía tan lejos de Lucia, su novia, que mucho no le incentivaba la relación, entonces en cada bache emocional con su novia llegaba a su mente Martina.
Por el otro lado Martina lo quería mucho a Fede, ella había vivido muchas cosas con el, muchos recuerdos lindos, etc; pero era más bien una lucha, una fuerza que tenía que aplicar para seguir con la relación. O sea no era de una forma natural que estaba con el como: “hago lo que hago porque estoy bien haciéndolo” sino algo un poco forzado. Marco se le venía a su mente como una mosca que siempre vuelve; era esa tortura incesante, y su cuerpo le pedía Marco a pesar de su lucha mental para contra restar eso.

Una noche Fede invita a su casa a la pareja de su amigo y su amigo ( Marco y lucia) una especie de cena de parejas. Marco se fue solo a la reunión porque Lucia no quería ir (le dolía la cabeza); cayó, estaba la parejita ahí tomando algo, el saluda a ambos.

En un rato estaban todos borrachos, ya habían degustado la carne medio ebrios. Reían entre los tres de recuerdos chotos. Te acordas! Jajaja, algo así y mientras todos reían comenzaban las miraditas entre Marco y Martina; ella abrazaba a su novio y lo miraba por sobre el hombro a Marco, mientras besaba a Fede incluso; era algo medio explicito ya, y a el lo retorcía de una perversión secreta que ella hiciera eso, era una mirada solo para ellos, como un pequeño secreto un poco morboso; que, todavía, más leña echaba al fuego pasional, a la locura oculta. Al ser humano lo prohibido le pierde, le hace quebrar la regla, que es una sensación afrodisíaca, más que cualquier otra, “Lo que no se puede”, el pasto más suave es el que dice “prohibido pisar el césped”. Las cercas se hicieron para saltarlas y las leyes para quebrarlas; el ser humano más profundo no tiene cercas y su jardín es el mundo entero.

A ellos la adrenalina de las miradillas los mantenía despiertos, mientras Fede se estaba mareando mucho y todo le daba vueltas. Y dice- voy al baño- y comienza a vomitar como una canilla abierta al máximo de su capacidad. Martina lo acompaña al baño, lo ayuda y lo mete en la cama porque el le pide. Entonces Marco queda reflexivo, tomando algo más, pone algo de música rock n’ roll y se pone a bailar solo, bueno prefiere eso a pensar. En eso cae Martina lo toma del brazo y se ponen a bailar. Bailaban alegremente, entre risitas, tipo twist; pero al ratito en continuación comienzan a bailar un poco más cerca, luego demasiado cerca, se comienzan a abrazar, ella le pone la boca en el cuello y le da besitos ahí mismo. Sus respectivas respiraciones aceleran, sus palpitaciones también, no hay nada ya que detenga la pasión desenfrenada. Cuando sus caras se cruzan sus labios se chocan como una piedra que es atraída a la tierra por la gravedad. Por una atracción inexplicables entre dos cuerpos celestes. De ahí a una noche carnal, de deseo de la carne, de saciar esa sed acumulada por meses de incubación, que, una vez desatada, no había forma de pararla hasta saciarla del todo definitivamente.
La noche terminó, pasó lo que tenía que pasar, Martina dormía y Marco decidió irse, no podía quedarse ahí.

Al otro día cada uno dejó sus respectivos novios así, de sopetón. Ninguno de los dos se llamó ni vio por un buen tiempo al otro, ambos necesitaban pensar solos lo que había pasado, limpiar su conciencia, no se, quizás ver que querían hacer de sus vidas. Por ahora sus vidas habían hecho un switch; no querían saber nada de parejas por el momento y dedicarse a ellos mismos. Eso era un gran cambio desde que hace tiempo que pensaban en otra persona. Pero el gusto por sus olores entre Marco y Martina no había sido olvidado, ni tampoco saciado y ambos lo sabían, lo que ambos habían sentido esa noche no lo habían sentido nunca con nada ni nadie, y eso, no se olvida de la noche a la mañana.

Tuesday, November 07, 2006

Elena verano.

Elena ya había dado sus exámenes correspondientes y hace una semana que estaba en un balneario; era verano, pleno enero, con el sol más caliente que nunca, más cenital que nunca. Elena se encontraba ya con un tostado caribeño, sus rizos se habían teñido de un brillo color oro por la decoloración veraniega.

Estaban alquilando un rancho entre ella y tres amigas más: Ariela que era la más grande, Robusta “ex jugadora de Handball”, robusta como su carácter se podría decir; Celina, la de menor edad, hermana menor de Ariela y de cierta forma la más parecida a Elena y con la que tenía más feeling, pero con una diferencia intelectual por la abundante diferencia de edades; o sea tenía futuro la pendeja, pero aún le faltaba un punto y por último Marcela que era hija de terratenientes, estudiante de agronomía; en fin era muy normal y no tenían punto en común entre ambas, sus personalidades chocaban asiduamente. Su única conexión verdadera era que se conocían de niñas, pero Elena necesitaba otro tipo de gente que intensifique lo que ella estaba descubriendo en si misma; quería ahondar en eso y sus viejas amigas eran un globo que retenía su descenso a lo desconocido de su ser y de otro modo un peso que retenía su vuelo, cuando ni siquiera comenzaba a desplegar alas.

Elena se encontraba en una de esas tantas mañanas en la playa, los últimos días estaba yendo sola, disfrutaba de la soledad en la playa, lagartear al sol, por horas; tranquilizar su mente y divagarla un poco, de un tema a otro. El suave sonido del mar, el sol abrazante, el viento marino, unos buenos lentes de sol y la arena de esta playa que era especialmente amarillenta, tirando a caqui, gruesa, de esa que identificas un grano del otro.
Este era un verano especial para ella, venía viendo la vida de esa manera especial, manera dilatada de su degustación del mundo, de esa misma excitación dilatada. Este verano la luz brillaba especialmente intensa, los colores se volvían a una vida propia, a una intensidad que ellos mismos tomaban y que ellos mismos se llevaban a su cúspide, a ser ellos mismos intensamente, como, ella, quería o se estaba dirigiendo. Todo emanaba, todo latía, todo estaba tan lleno, todo tan nivelado, ecuánime, armonizado; pero armonizado caóticamente, sinsentido y con gracia, con ese tipo de explosión armoniosa constante.
Era así, el río iba para ahí y ella con el, no había medios, no había confusiones, ella estaba con la corriente y la llevaba gozada!

Entonces como que se encontraba bien ella en si misma y no necesitaba de alguien; con sus amigas estaba todo bien pero no se las fumaba demasiado en si ( a excepción de Celina), pero prefería estar sola en la playa por ejemplo. Y los chicos con los que había estado ya no le interesaban, o prefería pensar eso.

Llegaba la noche, las chicas fumaban un porrito mientras se cocinaba la carne en la parrilla, el olor a carne asada emanaba de la parrilla como un humo y la chimenea escupía chispas amarillas , naranjas y rojizas, que se confundían con estrellas bailantes cuando volaban de aquí para allá; tomaban una caipirinha hecha por Marcela, tiradas en sillas de playa riendo, la noche era cálida, suculenta, Elena también reía con sus amigas, hablaban cosas de la infancia, recuerdos graciosos, etc. No es que no pudiera divertirse con ellas, sino que cierto ámbito de su vida no podía compartirlo con ellas. Con Celina había algo raro, cada vez se llevaba mejor y cada vez se parecía más a ella, Celina la tomaba como referencia a Elena, además de querer llevarle la contra a su hermana; solo tenía unos 14 años recién cumplidos pero era todo un personaje por explotar Celina. Extrovertida, alegre, bailarina, saltimbanqui, engatusadora, compradora, bonita e inteligente; cuantos adjetivos! Pero todos reales, todo justificado por una manera suelta de llevar su vida a cabo.

Comen, habiendo degustado tanta carne, se preparan para salir y salen.

Van caminando por una calle oscura, hacía la zona de los boliches, solo iluminada la carretera por la luz azulada de la luna, caminando por un camino-carretera de tierra rodeada de pinos, eucaliptos y todo tipo de maleza con sonidos de grillos, luciérnagas bamboleantes al costado del camino. Cada tanto un auto pasa y las encandila fuertemente, cuando el auto apenas pasa la línea donde ellas se encuentran todo vuelve a la normalidad oscura, de golpe! Y las retinas se acostumbran lentamente a la situación oscura; cuando se dieron cuenta estaban llegando.

Elena!- gritan, elena mira y ve a unas amigas de facultad, se va con ellas y sus amigas siguen su curso, ya conocían a Elena y sabían que revoloteaba por ahí, como que avadando tumbos y nunca sabía a donde se dirigía. Sus nuevas amigas bailaban en un lugarejo, no feo pero no lindo, pero se sintió cómoda y bailó por mucho rato ahí, como perdida en la música. Cuando alguien la toma del hombro, mientras se incorpora de su cuelgue bailarín mira como de reojo y era Franco! Aquel chico que tanto le gustaba y nunca la llamó. Que haces!- le dice Franco con una sonrisa, -acá bailo- dice Elena, - nunca me llamaste malo-, y el dice- es que no es que no pensara en vos, sino que no me daba la cara para llamarte-. Sonaba como a excusa, pero prefirió creerle y se quedaron hablando por horas. Terminaron hablando en la playa solos, cuando empezaron hablando cada vez más cerca, sus ojos se entrecruzaron otra vez y ahí se clavaron por un rato, sus ojos brillaban como las estrellas detrás de ellos, el ssshhhhhh del viento, acompañados por un baile sensual de sus cabellos al viento, de sus solapas planeantes, se besaron, se besaron, se besaron, lo digo así pues fue mucho rato de un solo beso apasionado. Ssshhhhh! Parece que les decía el viento, acalla, pero sientelo!..... Ssssshh! Como el sonido de dientes sensibilizados por un helado muy frío, como esa sensación eléctrica que corre por la médula en ciertos momentos. La electricidad de estar vivos.

Al rato tiradillos en la arena ya amanecía, hablaban abrazados, la luz comenzaba a hacer sus primeras apariciones. Y el le dice- Yo mañana me voy a dedo solo a Punta del diablo, venite conmigo! Porfa! Me encantaría-. Ella lo pensó un poco y se decía a si misma “que puede salir mal” todo estaba dándose como ella quería, estaba en el mejor momento de su vida, las cosas arremolinaban todo, ella flotaba y ya no le importaba que le dijeran, cualquier cosa fea que pudieran decirle podía dolerla solo un rato, hasta que se diera cuenta de que ella realmente era, entonces nada podía derribarla, lo que estaba descubriendo era enorme y nada ni nadie podía destruirlo, ni franco, ni cualquiera de los mediocres envidiosos que formaban parte de su cultura. Además Franco le gustaba, la aventura le gustaba; había buenos ingredientes como para hacerlo, entonces accede a ir con el.
Cada uno va a buscar sus cosas, ella va a su rancho, le avisa a sus amigas lo sucedido y que se va, reacciones ambiguas de ellas; no le importa, toma lo suyo y va al lugar donde habían quedado encontrarse; llega. El no esta. Espera diez minutos, le empieza a dar un poco de miedo que no llegue pero en eso llega. Los dos se dirigen a la ruta, Elena se excitaba por lo que podría pasar, o por lo que seguro pasaría, pero eso es otra historia, una historia en la ruta del sol.
M.h.R

Thursday, October 26, 2006

Abstracción numérica.


El tema de los números, la matemática puede ser solo un tema de ordenar o solo un tema de llevar algo a un plano “contable”, pero también tiene una correlación con un entendimiento de ciertos temas en el ser humano, de cierta “evolución” en el entendimiento de un entorno caótico.
Al comienzo se comenzaba a contar del uno en adelante, de ahí al infinito; o sea se tenía una idea de cómo terminaba el conteo, sin un fin, eternamente. Si, se tenía una suerte de “abstracción”, la gente podía imaginar algo continuo, algo que nunca acabe; eso no es fácil de imaginar, no es por subestimarlos, todo lo contrario, ya una mente que puede imaginar eso es admirable, tiene ya una importancia intelectual de ejercicio, de auto conocimiento se puede decir, de tratar entender el entorno inexplicable; todo bien, tenemos claro el final del cosmos, veracidad: ( todo nunca termina ) y hasta ahí bien; pero: que pasaba con el comienzo de ese conteo, ¿uno siempre estuvo? ¿o todo necesita algo que ocupe un lugar? O sea no había noción de vacío.
La primera civilización en usar el cero fue la Azteca y no es por un hecho práctico que aparece, se podría prescindir de el cero para contar mazorcas; pero quiero creer que aparece más por capricho que por otra cosa. Más por un simbolismo, por plasmar una idea, la idea de vacío, de la nada, de que realmente exista la nada y que nosotros estemos vacíos, eso nos causa un poco de miedo, de ver que estamos sin techo, sin suelo, totalmente desnudos y desprotegidos, necesitamos eso para llevar con éxito una vida bajo el sol, el cielo y la tierra. Entonces llegar a esa comprensión supone un intelecto más elevado, supone un entendimiento de la realidad más hondo, fue una revolución en varios sentidos.

Y si seguimos planteando el paralelismo entre los números, el universo y su desarrollo, podríamos decir entonces que el universo comienza en la nada, en el cero, de ahí al infinito; pero: ¿acaso no hay números negativos? ¿y que hay antes de los números negativos? ¿más números positivos? O sea entonces plantea infinidad de un lado a otro del cero, entonces: ¿no serían todos los números cero? ¿ que diferencia hay entre los números negativos y positivos? ¿el cero no sería solo un punto en la recta?
Bien, los números los podemos imaginar como una recta, así sea la cuenta más desfachatada que podamos imaginar, pero sigue siendo solo una dimensión sola. ¿Imaginaste la infinidad de una recta? Eso sería el primar grado de escala por el cual llegamos a plantear el tamaño de todo. El segundo grado sería el plano, el de los ejes x e y, una recta al lado de la otra hasta el infinito, como un piso o un plato que nunca termine. De ahí a el tercer grado, la tercera dimensión del espacio, la esfera interminable; si seguís este razonamiento hasta acá no hay mucho que explicar pero sería como infinitos planos infinitos, uno pegado al otro de forma transversal, uno, otro y otro más de forma horizontal y vertical, así sucesivamente.
Esto te deja muy pequeño, muy efímero, te pierdes.
A mi me costó mucho imaginar la infinidad en tercera dimensión, el infinito con volumen; hasta el plano (dos dimensiones) todo bien, pero llegar a eso me dio un poco de cosita, fue un poco agobiante, pero enriquecedor, tengo una visión más global del todo y seguiré imaginando, pues es lo único que puedo hacer en ese sentido.
Cuando ves esto de esta forma no tienes la visión del astrónomo, que cree estar debajo de las estrellas, sino si tienes la visión del conocimiento tienes a las estrellas a tu misma altura; y si, yo soy vecino del sol.

Wednesday, October 18, 2006

Mis máximas.

1
Los poetas no tienen el pudor de sus aventuras; las explotan. (F.Nietzsche)

2
Abandonemos la vida con gratitud, pues así la abandonan los que están orgullosos de haber vivido, los que han vivido con gracia en el espíritu.

3
Las máximas: Las pasiones en pleno goce de si mismas. Así como en la música, hay que darle a las pasiones el medio por el cual gozar por si mismas.

4
A lo largo de la vida el humano va adhiriendo capas alrededor suyo como un árbol viejo, que nos simplifican la vida y tapan nuestros miedos y sensibilidades más profundas; pero cuando nos damos cuenta estamos muy pesados y la carga no nos deja volar muy alto.

5
Dios dejó de pecar cuando en la vida eterna dejó de interesarle pecar, son nuestras pequeñas visiones que no lo dejan pecar.

6
La gracia en la vida no es algo que se aprenda, solo es algo inherente en la condición de un espíritu libre.
7
Tomar en serio lo que hacemos es hacer reminiscencia a nosotros mismos, para los que no lo hacen la vida se les simplifica y no hay mucho que perder.
8
Quien no arriesga no gana, no gana quien no ha perdido, a perdido quien ha tenido; pero no todos los que tienen han ganado y sobre eso hay una enorme brecha.

9
No somos lo que dicen, no somos lo que creemos que somos y hacemos, pero: ¿Qué es lo que somos? ¿Acaso algo que no hemos resuelto? ¿O algo que las palabras no abarcan? Lo que más se acerca son nuestras pasiones y el grado que alcanzan.

10
¿Quién de nosotros no se ha sacrificado a si mismo por su buena reputación? (F.Nietzsche)

11
Sentir vergüenza de su inmoralidad, es un primer grado de la escala; por el cual llegamos a sentir vergüenza de nuestra moralidad. (F.Nietzsche)

12
El diablo es el que tiene respecto a dios las más vastas perspectivas; por eso se mantiene tan alejado de el. ¿No es acaso el diablo el amigo más viejo del conocimiento? (F.Nietzsche)
(gracias fede por tus frases que redondearon todo un poco)
M.h.R

Wednesday, October 04, 2006

Elena desliza.

Elena, corría, esa noche, de calle en calle, de sueño en sueño.

La primavera ya había llegado, singularmente como siempre, siendo esa frescura cálida de vientos tibios y estrellas azul eléctrico. Elena se encontraba sola en su casa, bebiendo algo, haciendo unas llamadas a sus amigas para que la acompañen a bailar por ahí. La noche era hermosa y eso había hervido la sangre de Elena levantándola de la silla estrepitosamente, corriendo hacia el teléfono, detrás de sus amigas; quería recorrer, ya había pasado muchos días en su casa y quería un poco de acción, bailar, sacudir, sudar o moverse como pudiera, algo que la sacara de ahí un poco.
Era ese tipo de inquietud nerviosa que le decía al oído, “..debe haber algo mejor por ahí, fuera de tu casa..”, no podía quedarse ahí, llamaba, ninguna amiga le contestaba, la que si contestaba saldría con su novio; eso la hacía pensar, si salir o no, no tenía mucho dinero, estaba sola, entonces se tiro en el sillón a beber escuchando un poco de música suave. Relajó su mente y no pensó más por un rato.
Se encontraba tranquila, reflexiva, aunque un poquito borrachita ya, las cosas le sucedían, no se si se imaginaba así a esa edad de niña, una onda satisfacción la recorrió, como el humo que atravesaba mientras tragaba una larga y mesurada pitada que recorría su largo cuerpo sinuoso; cuando en un momento se le acabó el alcohol comenzó a inquietarse nuevamente, entonces esa voz de inquietud nerviosa comenzó a decirle: “..¿ te vas a quedar sola solo porque no salís con tus amigas?, del otro lado de la puerta puede estar lo mejor..”, lo pensó mejor y fue directo a cambiarse de ropa.



En la calle Elena ya se sentía mejor, en la noche clara, en un lugar lejos de ese aposento donde había estado toda la semana estudiando. Caminaba sin un rumbo, compró una petaquilla de grappamiel y siguió su camino. Elena estaba exenta de compromisos, se seguía a si misma, como a ella le estaba gustando esa soledad independiente, ese moverse sin tener a alguien que decirle a donde, como y cuando. Cada paso daba al otro, como debía ser, no estaba organizando que iba a hacer a futuro esta noche, solo dejaba que un paso diera al otro fluidamente y no forzadamente bajo un plan.
No le importaba mucho encontrar o buscar a alguien, si encontraba a un conocido bien y sino también. Tampoco tenía demasiadas expectativas con la noche, salía sola y sin mucha plata; no la decepcionaría mucho que fuera una noche frustrada en la ciudad, con dar una vuelta, un pequeño paseo por la ciudad ya alcanzaba para distraerla.
En la caminata Elena cantaba a todo pulmón, tomaba algún trago que otro mientras su mente divagaba de un tema a otro, por libre asociación de ideas, un tema llevaba a otro como sus pasos vacilantes acarreaban el destino que le esperaba. De un tema a otro su mente se ocupó un rato de un hombre, al que ella últimamente estaba mirando más hondamente y ya le estaba gustando a este momento demasiado; el chico estaba en su clase y desde los primero días había captado la atención de Elena. La había captado a primera vista porque era un chico guapo, pero de una belleza extraña, no era el típico “carilindo” sino más bien de una belleza austera, como de una persona honda, de mirada melancólica e intensa a la vez; además de vestirse muy bien, tenía un buen gusto por los colores y su onda era extraña como el; le parecía raro, eso le hacía pensar que sería alguien especial, alguien no tan común como sus dos anteriores novios, no tan aburridos pensaba. Ella no necesitaba a nadie, se sentía bien, pero le intrigaba el chico, quería conocerlo. Eso a primera vista. Pero con el correr del tiempo le vería otras cosas interesantes que la irían seduciendo lentamente como un vino macerando, poco a poco llegando a su punto de inigualable aroma; su peculiar sentido del humor la hacía reír hasta después de clase; le gustaba escucharlo hablar, con su voz pausada, grabe y solemne, era más grande que ella, casi un hombre pensaba.
Pensaba mientras susurraba “ahhh”, tenía ganas de tomarlo y abrazarlo fuertemente, mirarlo fijamente sus ojos intensos pero tristones, que exalaban una llamarada que ocultaba algo más hondo, más adentro; eso le decía que era un hombre sensible, que sabría como tomarla, como tocarla, como hablarle. Ahh! Franco- decía- Franco, cual era el hombre del que la había seducido sin que el lo supiera.
A todo esto divisó un pub a media cuadra, vio luz y entró; no había mucha gente, el ambiente no le gustó tampoco, fue al baño que lo necesitaba y marchó nuevamente.
Caminata pensativa: sus fraudes en su anteriores relaciones le llevaba a pensar si todos fueran iguales ¿a quien le interesaría conocer? una visión horrible entonces también le intrigaba saber si habría otra cosa por ahí, algo distinto, algo que supiera tocarla, hablarle, llevarla, alguien que le enseñara cosas que ella no había visto. No era que buscara alguien, solo que quería conocer otra cosa, personas como si misma, que supieran llevar la vida como ella, intensa, sabrosa, humeante, un poco sacrílega, un poco divina y gloriosa. Ve otro boliche y entra, este era un poco menos común pero tampoco lo que quería, no le tomó importancia, estaba bien para bizarrear un poco, se acercó a la barra y pidió un martini y se sentó a esperar los sucesos.
Tomaba su traguito sola, alegre pero aburrida; en un momento se le acerca un hombre horrible y comienza a atomizarla, a lanzarle a chorreteadas sus palabras mundanas con pizcas de salivazos, el tipo era un bochorno, le dijo que iba al baño para sacárselo de encima, fue hasta el baño, solo se peinó un poco y salió. Cuando sale ve a Franco en la barra, también solo; por un momento se le detuvo el tiempo y el corazón, tomó aire muy hondo; cuando Franco se da cuenta que alguien lo mira, la divisa y la saluda con la mano y una sonrisa. Ella le devuelve la amabilidad y se le acerca.
Se quedan hablando por horas, los dos estaban solos y se hacían buena compañía, parloteando a más no poder entre risas y copas, la noche estaba mejorando y ella estaba en su salsa marinera.
Había una obvia atracción entre ellos, entre parloteos, risitas y cuchicheos que solo ocultaban la libido, las ganas de besarse y abrazarse que ambos tenían, se notaba en su acercamiento al hablar, a la caricia tontilla y alegre provocada; en eso ella le ofrece para ir a tomar algo a su casa donde vivía sola, el accede, terminan su respectivos vasos y se dirigen hacia ahí.

En la caminata hablaban de sus vidas, se dirigían a la casa de ella, creo que ambos se imaginaban lo que pasaría, iban riendo, borrachos del solo hecho de estar cerca, de ir hacia lo obvio, cuando el la tomó del pequeño y estilizado cuello y chocó sus labios con los suyos, ella tampoco puso mucha resistencia pues en un momento para otro szasz! estaba en otro mundo,

*donde no hay tiempo, no hay cuerpo, no hay conceptos, solo hay un desdoblarse, una abstracción solo lograda con la música. Eso! Los dos sonaban unísono en una sola melodía, en un compás que dura tanto como el tiempo. Cuando abrieron los ojos no sabían cuanto tiempo había pasado, no importaba.

Primera visión: abren ojos, aromas de índole sexual ajena, pieles suaves o rasposas, sonrisa suave, pura, sincera y cómplice, aprobación con la mirada sonriente.

Llegan a su casa, abren la puerta sin despegarse mucho, entran, tiran las cosas en el sillón y se tiran al lado.

Se comenzaron a mirar a los ojos, sonrientes, sus ojos brillaban, las pupilas se dilataban como sus espíritus, ya no había nada, no había que decir, estaba todo dicho ahí, en sus ojos, se perdieron un rato en ellos, las cosas se expandían como sus percepciones; ahí en los ojos, había un mundo abrumadoramente grande, a veces explícito de la condición propia, que te desnuda; pero cuando lo haces te sientes desnudo pero contento, feliz de sacarte esa barrera frívola, ese miedo humano pero real. Pero como toda ropa, cuando te la sacas te sentís más liviano y hasta puedes elevarte un poco.

Comenzaron a besarse lentamente.


De lentamente y suave a suave y alleggro, de besarla el comenzó a besarla en el cuello, las orejas; los pequeños deslizamientos suaves de su manos fuertes sobre su terso cuerpo tibio la estremecían, se deslizaban de un lugar a otro, sus cuerpos se fueron desvistiendo de a poco, a la velocidad de sus tanteos, las tenues curvas de su cuerpo el las recorría a lo largo; ella se dejaba llevar, su cuerpo se extasiaba en espasmos corporales, nunca había sentido algo tan intenso, no pudo hacer más nada que echarse degustar esto, sentir como cada célula suya era sensibilizada por una explosión sensitiva descargada.

*Donde los seres se confunden, se mezclan por un segundo, es algo complementario entre un ser, otro ser y el entorno. No siempre se da, como en la música; pero cuando se da uno se pierde, se queda en la nada y eso es estar en la cima de la ola.

Su cuerpo se revolcaba, explotaba en llamaradas de azul plateado.

De alleggro a alleggrissimo.

Ella se despertó al otro día, entre los brazos de Franco y las sábanas celestes. Ella se veía feliz con el sol matinal en su cara, pensaba en ese momento “que buena noche”; el despierta con las caricias de ella, Franco parece tener un despertar alegre, toman un desayuno, el se viste y se va, se despide con un pequeño beso en sus labios.

Pasaron los días, tres o cuatro, no recuerdo, Franco en todos estos días no llamó y ella inconcientemente esperaba su llamada, porque el se había llevado su numero; realmente lo había pasado bien esa noche con el, pero ella estaba pasando bien sola por fin y pensó que no debería esperar a nadie, si llamaba bien y si no también, ella seguiría con su vida que la venía llevando bien, que venía surfeando la ola y que estaba aprendiendo a abrirse ante la vida, que cuando pasa y pasa bien es una revelación!, pero nos damos cuenta
que nos falta mucho por aprender y mucho por entrenar para no caerse de la ola.

Wednesday, September 27, 2006

La oda de Elena.

La oda de Elena


Música, la eterna música que sonó en la mente de Elena esa tarde, cambiaría su vida para siempre. La vida de Elena.

Elena estaba en el living de su casa, un amplio living con gran ventanal donde entraba el sol. Ella se había independizado de sus padres hace apenas unos meses, venía desde el interior a estudiar; ya su vida cambiaba de cierta forma, no drásticamente pero si todo, desde sus hábitos, a lugares que frecuentaba; la gran urbe la atrapaba, la seducía, la embriagaba.
La tarde rebosaba de un sol fuerte, demasiado amarillo, fuerte y amarillo como se había ausentado este invierno tanto tiempo. Una luz austera, rebelde, de esa como que ilumina a un icono le pegaba en un costado del rostro a Elena. Ya había pasado mucho tiempo sola este invierno y ya vendrían mejores momentos para estar sola pensaba; ella había reflexionado mucho este invierno, sobre su yo, sobre lo que le pasaba de porque se sentía un poco sola a veces. Sola, bajo sus sábanas y acolchados había saboreado el cosmos, develado los miedos más recónditos de su mente, viajado a las estrellas y al interior de su yo siniestro.
Mientras Elena pensaba en todo lo que había pasado, desde principio de año, pasando por todo el invierno, hasta este momento; pensaba como había cambiado todo y como estaba mejorando su vida en cierto sentido, se sentía mejor en si misma, quizás: por la ausencia de sus padres?, por vivir sola repentinamente? Ella tampoco lo analizaba mucho eso, por ahora solo comenzaba a saborearlo todo, a sentir eso en cada momento. Eso, “saborear” se decía a si misma, mientras susurraba esa palabra una y otra vez iba acallando su mente de a poco, solo el susurro y el sol que sonaba en sus mejillas. Shhh, se decía, shh un poco más, todo se volvía un poco más lento.
Ya nada sonaba, solo su corazón, que sonaba como un bombo, de un ritmo lentecino, tranquilo; de allí comenzó a sonar una melodía celestial, algo que provenía de los ángeles o de la luz misma, de esa intensidad fina y aguda del amarillo, como unos violines de corte fina. Algo inundó a Elena, como un éxtasis, como una adrenalina que corría por sus venas, su corazón aceleró el ritmo, la sangre le estallaba de un color rojo, caliente muy caliente; no se contuvo, tuvo que pararse, la música ya era alegría pura, energía del sol hirviente. Entonces, Elena necesito moverse, a mover por pura excitación alegre, de eso a un baile desenfrenado y eso que no le gustaba bailar antes, pero no le importó romper ese concepto suyo en ese momento y bailo de una forma sin controlar sus movimientos, solo el cuerpo que danzaba al son de todos su miembros moviéndose estrepitosamente; ella solo trataba de no contener lo que le pasaba. La música sonaba, ella saltaba de aquí para allá, del sillón a la ventana, de ahí a la mesita del te; comenzó en un momento a lanzar grititos como de hamster sobre la música, se abalanzó sobre la alfombra persa, al lado del piano y comenzó a revolcarse de la risa, jajaja! Una risa histriónica, como casi un grito, la risa emanaba de su vientre, desde el fondo de su vientre. Nunca se había sentido tan plena y feliz, la música ya no sonaba, no mucho le importaba ya que no sonara, se sentía suelta, blanda, cómoda, bella, en fin, feliz y solo se quedó boca arriba degustando ese momento de felicidad intenso y se decía a si misma suavemente “saborear”.
Ya no era la misma desde que había salido desde sus pagos, no era solo estar en la ciudad, no sino sentirse plena consigo misma; en unos años recordaría este momento, el de la música celestial, una melodía que nunca olvidaría y que cada tanto tararearía en la ducha.
Ese sería un momento clave en la vida de ella, porque comenzaría a ver todo de otra forma, apasionarse por las cosas, degustar de la vida, su cuerpo, todo, de otra forma. De ahora en adelante tendría una sonrisa marcada en los ojos, sin necesitar la boca para sonreír, su vida llevaría un ritmo de ahora en adelante, un Beat, llevaría otro punch a todo.
Su vida se estaba abriendo como una flor en primavera, las cosas se le develaban tal cual eran, mucho más sencillas de lo que pensaba, pero que sería algo que podría dominar con el tiempo. No tendría ningún miedo, ya no era una niña de campo, ya no era una joven citadina tercermundista, no, era una mujer de mundo.

Wednesday, September 20, 2006

Fusca Thunder. "Capitulo 4 y 5"

Capitulo 4

Estaba en la calle, caminando sobre el asfalto hirviendo, de jeans, camisa y championes, sudaba mucho y la luz me molestaba mucho porque soy sensible a la luz. Caminaba rápidamente, en busca de mis compañeros de viaje, caminaba hacia el lugar del recital, esperaba ver el fusca en las inmediaciones del lugar, sino suponía que estarían en la playa nudista de Neri, deseaba más que nada que estuvieran ahí, en alguna parte; estaba asustado de quedar varado ahí en esta ciudad infecta. Llegue al lugar, escaleras vacías, llenas de botellas rotas y latas de cerveza tiradas; diviso un fusca a media cuada, corro hacia el, también era blanco, pero como la mayoría de fuscas en Brasil, además de ser el país del Beetle. Al acercarme no diviso la insignia del Cricket club en el parabrisas que tenía el auto de Neri, era otro de los tantos fuscas en Brasil.
Comienzo a caminar hacia no sabía donde, pregunto a un chico que pasaba donde quedaba la playa nudista, me dio las indicaciones y caminé hacia donde me dijo; pregunté por segunda vez por las dudas y me indican el lugar opuesto, ¿me verían cara de porteño?, pregunté por tercera vez para corroborar, esta vez especifiqué que era uruguayo como algo así-eu no soy de aca, soy uruguayo estoy buscandu la praia nudista- , y me indicó la vía que dijo el segundo sujeto y hacia ahí caminé.

Cuando estoy llegando a la playa diviso un fusca en la entrada a la playa, donde estacionan los autos en la playa; yo ya me había sacado la camisa y atado a la cintura, veo el parabrisas y si! Tenía el pegotín del Cricket club!, ese era el auto, me puse muy contento y casi corro por la alegría.
Caminando por la playa los veo, Neri, el monedas, Seba, Verónica, todos en pelotas, sin ropa, en cuero, cuando estoy llegando todos me reciben con una sonrisa, - ¿Dónde estabas mutante?!- Me dice Sebastián entre grito y risa, les explico todo lo sucedido mientras me saco toda la ropa, porque no aguantaba más el calor. Estar en pelotas en una playa es una sensación muy reconfortante, muy plácido, te sientes muy libre de cosas y el clima ayuda, corrí hacia el agua y me di un baño increíble, como nunca, sintiendo el agua por todas mis partes, y entre todas mis partes.

Comenzaba a hacerse tarde, estábamos cansados, ellos habían dormido en el auto incómodos, yo me sentía sucio pues no me había dado un baño en todo el viaje. Decidimos buscar un hotel para pasar la noche y luego comer algo, no habíamos comido en todo el día y lo merecíamos.
Encontramos un hotel en la rambla de la playa siguiente por 20 reales la noche y un desayuno, no sabia si estaba bien o no pero no nos importó a ninguno de nosotros. Pagamos por adelantado y preguntamos por un espeto corrido, nos dijo donde, fuimos y nos partimos la boca. Volvimos al hotel, nos bañamos, y salimos a tomar algo.

Eran como la medianoche, la noche hervía o no se si hervíamos nosotros, fuimos a parar a un pub, donde había alguien que tocaba música local, muy ambiental. Pedimos unas cervezas y contemplamos el show charlando, bebiendo y fumando cigarrillos Free. Cuando estábamos un poco más alegres por la bebida fuimos a hablar con el dueño diciéndoles que éramos uruguayos y músicos, que estábamos de gira por aquí y queríamos tocar unos temas. El tipo accedió y eso nos sorprendió. Cuando dejó de tocar el loco de la guitarra y la chica que cantaba, el tipo “dueño” nos hizo una seña como que estaba todo en orden; nos dirigimos al pequeño escenario, tomé la guitarra, Neri el micrófono y tocamos una balada de los Ramones, Bye Bye Baby. Fue una buena versión apasionada, pero no le gustó mucho al dueño y nos hecho del lugar, bueno es que el contraste entre la música típica Brasilera y los Ramones era mucho; nos fuimos entre carcajadas, riéndonos tan fuerte como podíamos, a la salida nos sacamos una foto en la puerta con el nombre de lugar, unos platos que servían y los nombres de los tipos que tocaban, todo esto escrito apretado en una pequeña pizarrilla en tiza.

La noche deambuló entre unas cervezas más y charlas con extraños. Esta sería nuestra última noche en este país mágico, porque todos teníamos nuestros deberes en Montevideo, y debíamos volver, algunos teníamos que estudiar, otros que trabajar, todos sin ser Sebastián que era argentino y estaba de vacaciones en Uruguay. Era nuestra última noche y queríamos explotarla, sacarle todo el jugo que se pudiera, aunque estuviéramos cansados. Nos dirigimos a la playa, nos tumbamos en la arena mirando las estrellas y charlamos mucho rato, sobre nosotros mismos, la magnanimidad del cosmos y nuestras pequeñas vidas en la tierra. Sobre las constelaciones y sus varias formas como de gente en varias posiciones aeróbicas. Esto me llenaba, me sacudía como plomo, por lo menos era lo que quería, sacudirme!, llevarme algo para analizar en casa, algo profundo, algo espeso, algo que pudiera alimentar mi espíritu hambriento de saberes, pues me sentía vacío, sentía que me habían mentido toda mi vida y tuviera algo que llenar, pues me habían vendido una cáscara seca y debía llenarla.























Capitulo 5


Despertamos en el hotel, yo dormí en la habitación con verónica, tomamos el desayuno, era un desayuno enorme, que había desde jugo de naranja, a café, tostadas, frutas tropicales, licuados, cereales, yogurt, etc. Tomamos eso y fuimos rumbo a Montevideo, paramos en una estación de servicio, llenamos el tanque y compramos provisiones para el viaje que se haría largo.

Teníamos como sentimientos encontrados, por un lado estábamos felices por haber tenido un gran fin de semana y por otro tristes de terminarlo, de acabar con la alegría brasilera y volver a nuestros quehaceres rutinarios citadinos, de llegar a lo mismo de siempre, de lo que, habíamos huido; pero había que volver.

Yo a pesar de eso me sentía bien, sabía que volvería más liviano de lo que me había ido, refrescado se puede decir, este viaje había surtido el efecto en mi que había buscado; volvería a encarar esa rutina tediosa de otra forma, más tranquilo, más entero en lo que es mi mismo. Feliz se podría decir, satisfecho.
Neri no estaba mal, pero después de unas horas de viaje ininterrumpido se sentía un poco cansado, además creo que la vuelta a Montevideo le afectaba bastante, es un poco de esos que se deprime un poco al volver al tedio después de un viaje, pero se lo veía contento a pesar del cansancio y decía alguna que otra incoherencia como siempre; el monedas estaba entero, se reía, hacía chistes y me hacía reír; Verónica creo que fue el primer momento que no hablaba en todo el viaje, no se la veía mal, pero parecía como reflexiva, quizás analizando el material del viaje, lo vivido en este tipo de situaciones te lleva mucho tiempo digerirlo a veces; Seba se encontraba igual que siempre, inmutable, reflexivo, repitiendo los mejores momentos del viaje, recordando anécdotas, lo veía exactamente igual que a la ida.


Corríamos, el auto funcionaba de maravillas, y no podíamos creer que hubiese aguantado el fusquita ese trajín que llevábamos sin parar, era un auto fiel, yo le había tomado mucho cariño, incluso cuando ando hoy en el siento que ha sido un buen compañero de viaje. Íbamos a unos 120 Kilómetros por hora, pegados a la raya, el viento entraba como bólido, y había que gritar para hablar, y la música, por momentos se hacía inaudible. Cuando de repente, pafff! Se nubló la vista sobre el parabrisas, porque se había abierto el capo del auto por delante y un sobre de dormir había tapado nuestra visión totalmente, de lado a lado del capo, viendo solo: sobre, capo, sobre. Pánico! La ruta seguía corriendo a 120 Kilómetros por hora, todos gritábamos como condenados, Neri volanteaba como podía, nada se veía, solo el sobre, comenzamos a aminorar la marcha y a ir hacia la banquina. Salimos del auto, guardamos el sobre de dormir, cerramos bien el capo esta vez y seguimos. Siguiendo en la ruta reíamos por lo acontecido, la adrenalina nos había excitado y gritábamos ya, nos podríamos haber matado, jaja.

Habían pasado horas de ruta, ya estábamos muy tranquilos, callados, reflexionando con la mirada perdida en las líneas, sobre todo lo acontecido, sonaba Bob Dylan, que era el ambiente exacto de lo que estaba pasando en el auto. Ya estábamos cruzando la frontera, era de noche, bastante de noche, volvíamos eso era seguro, nadie lo quería, quizás hubiese estado bueno quedarse un par de días más, si hubiese sido por mi lo hubiese hecho, pero nada era tan fácil. Lo único que sabía es que me movía, como lo hicimos a la ida; y en ese preciso momento, para mi era casi lo mismo, ir o volver, ¿cual era la diferencia?, sino más que moverse, pegado a la línea, como en tantos otros buenos momentos de crepúsculos huidizos, de buenos amigos y de perseguir el horizonte errantemente.

Monday, September 18, 2006

Fusca Thunder. "Capitulo 2 y 3"

Capítulo 2

El alcohol corría por el auto, toda la noche tomando un bourbon del padre de Neri, una exquisitez, pero llevábamos cinco horas de viaje ininterrumpido y Neri que conducía estaba realmente cansado, se le cerraban los ojos, no teníamos rumbo; ya estábamos en rocha, y yo propuse ir a la casa de mi familia en Valizas, faltaban unos 15 kilómetros, todos asintieron y fuimos directo a mi casa. Había que parar.

Mi casa era la típica de balneario, patecito al frente, amplia y llena de azulejos y baldosas, y un gran patio al fondo con un parrillero y un naranjo, unas cuantas cañas que daban a otra casa. Todos con nuestros sobres de dormir nos tiramos en el patio a fumar y contemplar las estrellas; mientras charlábamos de ciudades del pasado y culturas muertas, ahí comencé un monólogo en latín, hebreo, etrusco, chino, y todos comenzamos a hablar en todos los idiomas de la tierra, rogamos a los dioses y a los vientos, había un buen ambiente entre nosotros, gritábamos y blasfemiabamos a los cuatro vientos; había comunicación fluida entre nos, era síntoma de un buen viaje. Me alegraba por verónica que se estuviera adecuando a la gente desconocida, la verdad me daba inquietud por como se sentiría entre tantos hombres desconocidos.
Creo que para mi era obvio, iríamos al Brasil no cabía dudas, pero pensaba que para los demás también, Neri saco el tema, ir a Brasil, el quería llegar a la playa nudista de Florianópolis, verdaderamente no me atraía Floripa, pero podía ser, hacer nudismo?, me intrigaba, pero odiaba Floripa, esa ciudad no era de buenas intenciones. Lo discutimos y llegamos a un acuerdo, ir a Brasil, después se vería a donde, en cierto momento me dormí al aire libre.

Despertamos de a uno, yo fui el primero, vi todos los cuerpos desperdigados por el pasto y me dispuse a hacer un desayuno para todos, yo cocino relativamente bien, hice un jugo de naranja y tostadas con café y mermelada, se fueron despertando de a poco, desayunamos y seguimos rumbo a la carretera.

Corrimos sin parar hasta el Chuy fumando cigarrillos, charlando y escuchando buena música. El Chuy por hacer unas compras clásicas de provisiones, paramos en uno de esos supermercados enormes que tiene de todo; pasamos entre unos árabes en la calle entramos y compramos: Herings, galletitas de todo tipo, bum bums, doritos (nachos), quince litros de cocacola, una remera del flamengo, gorros para el sol, protectores solares, camisas floreadas, una carpa, un bikini y toda una sarta de elementos inservibles, entonces acabadas las compras, a la ruta!

A la hora de viaje comenzó una lluvia de esas tropicales, donde el agua cae a chorros, por horas, horas y horas, cayendo al mismo ritmo constante, oyendo el mismo y constante ruido del limpiaparabrisas, shuck shuck, shuck shuck, así desde la mañana hasta pasando la tardecita. En un momento apoyé el pié en la alfombra de goma del auto y se me llena de agua el pié, se me inunda el pié! Y digo gritando- Bó se inundó todo el auto!- hubo un pequeño momento de pánico, todos corroboraron lo que yo les decía, y si, era ciertamente cierto, estaba hasta cinco centímetros desde el suelo lleno de agua, y por un momento fue gracioso y nos reímos del acontecimiento, pero debimos ir el resto del viaje con los pies sin apoyar en el suelo, hasta que no fue más gracioso y comenzó a ser incomodo.
Estábamos a la altura de Garopaba y decidimos parar en Ferrugem que estaba al lado de Garopaba que ya lo conocíamos y sabíamos a donde ir. Eran aproximadamente las 00:00 horas y pensamos sería difícil conseguir un lugar para dormir, llegamos a una posada, arreglamos por diez reales el día con dos comidas y nos pareció bien, además no teníamos otra, ya había parado la lluvia pero nosotros seguíamos mojados; dimos unas vueltas por el pueblucho tipo western pero brasilero y parrandero. Todo húmedo, como embarrado, se olía el Brasil por donde quisieras. Jugamos unos pools, tomamos unas Brahamas. Luego bailamos en un lugar llamado Krakatoa, donde pasan una electrónica re pedorra y terraja pero que la bailamos mucho por la excitación; además de oler el sudor de brasilero, que es como de una hediondez tipo margarina dulce podrida , bailé hasta sudar mucho, y cuando no pude aguantar más el olor a sudor de brasilero me fui vías a la posada, donde una brasilera me paró y dijo que le encantaba mi onda, hablamos un rato y me dijo que era de Sao Paulo, la despedí y seguí mi rumbo; y un subnormal se me pegó un rato, me quería regalar droga y quería que lo acompañara a comprarla, le dije que no pero pareció enojarse. El loco se me pegó como una vinchuca y no sabía como sacármelo de encima, lo acompañé a donde quería, compró lo suyo, lo hice ir aun boliche lleno de gente y lo perdí en la multitud.

Al otro día despertamos, secamos el auto dejando las alfombras al sol, hicimos toda la playa que se pudo hasta terminar todos insolados, a media tarde nos bañamos y seguimos rumbo a lo desconocido.

























Capitulo 3


Ya estaba atardeciendo, escuchábamos un jazz desenfrenado, charlábamos sobre el paradero próximo; era difícil definirlo, la hora, el sol que quería irse, el estar insolados brutalmente; las caras rojas, el cuerpo hirviente que emanaba el calor ingerido en todo el día.
Yo era el copiloto, tenía un mapa en la mano, y apenas sabía como usarlo, pero fui un buen copiloto, pues tenía una responsabilidad, divisé una Ipiranga; y dije-Neri vamos a parar en la Ipiranga, tengo que mear y compramos unas chehcas y alguna picadita- y Neri dice- dale me rinde parar.

Hice pis como un condenado, fue un pis muy profundo y gozado; entre a la Ipiranga y estaban comprando unas latas de Skoll, doritos, verónica compró un champagne y me pareció fantástico, subimos al coche después de desenvolver los reais.
La ruta se nos abría como una vena, el naranja rojizo del cielo desaparecía, abriendo paso a los faros del auto, la vena iluminada por bombitas, bombitas incandescentes que seguían la vista como la luna al auto; y nos abríamos paso como sangre encarnizada por la venganza, la vendetta, de una rabia de vivir en el tedio, en la mesura, era momento para abrir nuestros cuerpos y vidas. Entre el paso de morros enormes, el eterno zigzagueo rutero brasilero, la de que la sangre mueve.
Me sentía fervientemente feliz, eternamente tranquilo, una paz excitada me recorría, estaba en mi salsa y mi salsa era esa.

Neri seguía encarnizado con la idea de la playa nudista, y se dirigía a floripa como una flecha, sin nosotros saberlo, aunque en cierto momento llegamos, cartel verde cuadrado ( Florianópolis 5 Kl.), cruzamos el puente, estábamos otra vez ahí, después de años.
Comimos algo en un espeto corrido, algo, comimos hasta casi reventar, un poco borrachos, gritando y tirándonos comida brasilera. Salimos, fuimos a la playa más cercana, hicimos un digestivo, las estrellas brillaban con intensidad, Marte más rojo que nunca, las estrellas bailaban a ritmo de una música reggae que sonaba suavemente de un parador playero, bailamos bajo la luna y con los pies en la arena; cantamos en la tierra de pelé, en la tierra de los santos, del umbanda, de la magia negra, a olor de frutos tropicales, de olores fuertes dulces o pútridos; no había medios, todo florecía o pudría, es una tierra mágica donde todo puede pasar, donde la magia todavía existe, se vive y se palpita.

Alguien se nos acercó, nosotros formábamos una ronda, y dijo en portugués que iría a tocar con su banda de rock y si queríamos ir; accedimos, no había nada mejor que hacer, tuvimos la clásica conversación, ¿de donde son, argentinos? Preguntó como ofendido, como si fuera ofensivo la argentinidad, le dijimos que éramos uruguayos, se le iluminó la cara y sonrió; no sé si será que le caen bien o respetan a los uruguayos, será porque somos chiquitos y nadie nos teme, o porque le pudimos ganar en el 50’ en maracaná al fútbol, no lo sé pero se que nos quieren.

Llegamos al lugar del recital, era un lugar pequeño tipo re antro, ubicado en una escalinata en bajada, lleno de gente. Tocó una banda horrible, tipo un rock re ruidoso brasilero, casi hardcore; a los brasileros les encanta el barullo y el ruido; por eso nos les importa sonar bien. Estuvimos un rato, cada tanto salíamos a tomar algo y zafar del ruido, hablamos con un montón de desconocidos, eso fue lo mejor. Hablé con una rubiecita muy hermosa tipo rubia brasilera al principio del la jornada rockera, me había mostrado muy orgullosa un book de fotos que tenía, era modelo en Sao Paulo, no recuerdo que hacía ahí en Floripa; pero a ese momento estaba muy borracho tiradito en los escalones, vino la ponderada rubia desconcertante, voçe e beim, o algo así me dijo, estoy borracho ( eu e bebedo ) o algo así le dije en un brasilero re trucho; me acariciaba, realmente me quería cuidar, cuando comenzó abusar de mi yo estaba muy borracho en otro país, necesitaba cariño y ella me lo dio, comenzó acariciándome suavemente y darme besinhos en la frente y cachete, yo me dejé en sus brazos, pues estaba confortado, como flotando ahí, deje que sus brazos me rodearan, dejé que me contuviera, luego los besos pasaban de mejillas y frente a suaves besitos en la boca, como bocaditos de un coctail.
Yo en su regazo, sobre sus piernas, envuelto en sus brazos y besitos, la cosa comenzó de cuidarme a besitos con una pizca de lengua, y de chuponcitos a chupones de una carga sensual; ya se me estaba llendo la borrachera a cambiarla por una cachondez inaguantable; con el pene realmente duro y en mi mente su cuerpo solamente.

Comenzó a decirme tienes que dormir, te llevo a mi hotel, yo estaba desorientado un poco, realmente necesitaba dormir cómodamente, entonces accedí.
Llegamos al hotel y me sorprendió ver que era un hotel medianamente lujoso y no lo esperaba, llegamos a su habitación, era amplia, con una bañera enorme en el baño, una cama de dos plazas en el medio de la habitación, y una vista hermosa donde se veía toda la playa; la noche te devoraba como una bestia hambrienta, y yo era solo una presa, en la boca del lobo.
Ella se encontraba en el baño, yo me tiré en la cama, encendí un cigarrillo, boca a arriba tiradillo, fumando pitadas largas y tranquilas; estaba muy cómodo, era una cama suave donde te hundías, comencé a marearme y cerré los ojos.
Cuando desperté, era de día, un día de una luz y un calor inaguantable, yo sudaba mucho y tenía a la rubia encima mío abrazándome, me exalté, estaba en un país desconocido, en un cuarto de hotel desconocido, salté de la cama y ella despertó, -¿que haces?- me dice, -cuando salí del baño estabas dormido y te saqué la ropa-(todo en un portugués españolizado), yo no entendía mucho, estaba solo en calzones, no sabía donde podían estar mis amigos y comencé a vestirme. Y me dice - ¿te vas?-, - si – contesto, termino de vestirme y me marcho rápidamente, estaba confundido y un poco asustado de no poder ver a mis amigos nuevamente.



M.h.R

Saturday, September 16, 2006

Fusca Thunder. "capitulo 1"

Capitulo 1

Era una noche cálida, de esas que se ve todo el cielo, manifiestamente clara, y de denso aire plomizo; éramos cinco amigos, en un auto Beetle, corriendo sin rumbo, hacia la infinidad de la recta de una ruta sin curvas, siguiendo totalmente paralelo, entre una línea blanca y otra amarilla. No sabíamos que rumbo tomábamos, pero el fin era escapar, escapar de una ciudad monótona, apática; donde la gente ya no nos seguía el rumbo de nuestras convicciones, la de la forma de llevar la vida a cabo.

Creo que llevábamos la claridad de tener movimiento, de llevarnos a alguna parte, que no fuera morir otro fin de semana en la ciudad. Ya estar en el auto era positivo, movimiento por puro movimiento, hacia el este, hacia un nuevo punto de encuentro para todos nosotros, para el regocijo de nuestros espíritus, que, cansados de llevar la cotidianeidad espesa citadina, necesitábamos un descanso espiritual, para seguir llevando a cabo nuestras vidas en la city.

No era escapar, no, era más bien no salir otro viernes a el bendito mismo bar de siempre, y cambiarlo por un pequeño viaje de fin de semana, hacia algún bar ajeno a nuestra rutina sabatina; ya por lo pronto estar en la ruta estaba muy bien, mejor por lo menos; yo me encontraba contento, excitado, atento, como cada vez que hago ruta, pues, amo la ruta, amo perderme en ella, mirando las líneas que siempre te acompañan, mirando al horizonte, sabiendo que estoy haciendo las cosas bien, pues moverse es hacerlo bien, es producente, aliviante, en fin me gusta.

Éramos en el coche los siguientes, al volante, Neri el más grande de todos, no por mucho, pero si lo suficiente para ser el psicólogo del grupo, la voz que te escuchaba cuando lo necesitabas; ya que no hay mucha gente que escuche mucho, con un look Mod por decirlo de alguna forma que realmente lo hace más joven de lo que es; un amante de la vida realmente, una persona que mucho me identifica por esa manera que todo hace, y en mucho se me parece, además un gran conductor incansable, nunca vi conducir de esa manera tanto tiempo; al lado, de acompañante, iba yo, que aunque más joven que ahora, me veía casi igual, jopo, jeans, camisa negra, un paquete de cigarros, un montón de dinero amontonado como pelota en un bolsillo, viento en la cara, y los ojos brillantes de presentir que se venía algo bueno; algo que quizás cambiaría nuestras vidas para siempre, y ese el brillo en los ojos de la esperanza que aún llevo conmigo, porque, no lo sé, pero solamente lo sé, tengo esperanza en el hombre.

En el asiento de atrás, de izquierda a derecha, el monedas, y no le decían el monedas por llevar consigo siempre dinero, no, solo porque no se sabía como las conseguía; prácticamente un plancha en casi todo el sentido de la palabra, irreverente, osado en cierto sentido, pero no por valor sino a veces por inconciencia o por falta de algunos valores sociales preponderantes, un gran amigo de la infancia, que también me sabía escuchar, y que sabíamos reírnos de las mismas cosas, que alguna gente no entiende muchas veces; reímos a carcajadas con cosas que a veces no podes reír con nadie más, pero seguro el monedas era un gran ingrediente para el viaje; luego a su derecha Sebastián un amigo porteño nuestro, que en muchas cosas es como nosotros, era el segundo más viejo, pero aparentaba más años que Neri por su aire de tranquilidad, de su forma de hablar pausada, serena, en cierta forma un sabio, un erudito, podías preguntarle lo que sea y tenía alguna respuesta ingeniosa, además de ser la persona más centrada en ese auto; y en el otro extremo del asiento trasero verónica, una amiga mía que solo a mi me conocía, pero pronto conocería a todos, pues no le era muy difícil la convivencia, pues era la mujer más desenvuelta que he visto en mi vida, en segundos tenía amigos en cualquier lugar, hablaba como un chorro, pero te hacía reír mucho, en un momento te hacía una representación, y en otro te organizaba un juego en el auto en momentos de aburrimiento; una persona muy extrovertida, más que yo puede ser, pero compartimos eso en la mirada, ese brillo del que hablaba hoy, y podíamos hablar horas de temas muy bizarros o siniestros, era muy divertido hablar con ella. El equipo estaba formado, y teníamos la esperanza en nuestros pelos al viento y nuestra sangre caliente.

Monday, August 28, 2006

El pequeño copo que todo lo pudo.

A veces se complica la búsqueda de la felicidad, a veces es lo único que busco, a veces es lo que encuentro.

Gracias a todos los que han vivido en mis días felices, que han aportado a eso. Gracias también a los que me han hecho infeliz, por mostrarme lo impagable de ese estado.

Ya no le debo nada a nadie, y eso me hace pensar en mi mismo un poquito, pensar en demostrar que puedo cambiar y hacer de mí lo que me plazca, no por demostrar nada, quizás por demostrarme a mi mismo algo inconcluso, que comencé por algo pero ya no recuerdo. Pero terminar lo que se comienza es importante para mi.

Gracias, por compartir lo que hemos compartido en cierto lugar espacio, gracias, gracias y más gratitudes eternas, porque nunca voy a olvidar las marcas que han dejado estos días felices, lo bonito de compartir algo profundo y soñado, algo sereno, espeso de carga emocional perdurable, porque ese tipo de brechas cuando se abren son difíciles de cerrar.
Me perdura el olor, dulce, suave, delicado, íntimo, austero como el solo, y que solo y suave como vino, se va, no impaciente, sino sereno como me encuentro ahora. Sereno de emprender un nuevo camino, hacia algo que viene, pues estoy sensible a que vendrá un cambio, un cambio importante en todos nosotros, por lo menos en mi, los momentos de gloria que vienen no serán en vano, sino llenos de cosas que siento que demorarán en ser digeridos, muchos años, muchas décadas en develar la importancia de lo que viene, porque de cierta forma estamos creando para generaciones venideras.

Las cosas están cambiando, por lo menos yo estoy cambiando mi rumbo y eso trae muchas cosas por detrás, es como una bola de nieve, donde el pequeño cambio es un copo de nieve de la avalancha que todo lo derriba.

M.H.R.

Tuesday, August 22, 2006

Escritos de vuelta.

Hay formas de ver a la vida, abierta o cerrada. Llevar a vida abiertamente es ampliar los horizontes y derribar la “coraza” que nos cubre, aunque esto lleve a de caer en la decadencia, de caer en que la gente que entre usurpe nuestros profundos sueños. Y cerrada lo contrario, mantener distancia, recluirse en uno en cuanto a lo sensible y lo delicado de nuestras más sensibles circunstancias. Esto por un lado es mucho más seguro emocionalmente, tenemos nuestros campos seguros, nuestros sentimientos alambrados, nada escapa de nuestro control, eso está bien, por un lado es más “seguro” y tangible, pero la recompensa de abrirse puede ser abrumadora, absoluta, arropadora, deslumbrante, tiene sus riesgos, pero correrlos está bien, lo cual no puedes salir bien de esto, pero seguro algo intenso será, no será el hecho insulso de cada día, sino que cada hecho puede ser totalmente algo nuevo y hermoso, un simple hecho la gloria total.

He visto todo tal cual es, y juro que todo es tal cual es uno, una intensa masa de energía en movimiento, he fluido, he gozado, he cantado a que ha salido el sol, he cantado a una noche de aire fresco, clara, a sabor de vino fino.
No puedo dejar de cantar, dejar de ver la hermosura de algunas cosas, de ver y no mirar, oír pero no escuchar. Yo canto solo al movimiento, a lo que me mueve o lo que visto correr como una recta, o girar secuencialmente de forma elíptica.

Intenso, si, esa palabra alberga el sentido de lo que acapara nuestras sensaciones, intenso es desbordar, es perderse, es saber perder el control en el goce de nuestras virtudes y dejar que el goce llegue a su climax, su cúspide, su punto más alto.

Pues si, podemos ser el techo del mundo, pero apenas alcanzamos a levantar los pies del piso.

Estar en armonía parece ser más difícil de lo que parece, pero esto no se logra cuando se cree que la armonía es estar “tranquilo” o intocado, quieto, sino lo contrario la armonía surge del puro movimiento unísono con el todo, en el cambio al compás, pues todo cambia solo algunas personas siguen la misma línea.

Cambiar es símbolo de salud, de un espíritu curioso, un espíritu en constante búsqueda, por eso dudo de los que creen saber todo, o los que nunca cambian.

Yo apelo por el cambio, nunca he sido igual, además de estar en el umbral de un cambio importante en mi vida, pero en algo he sido igual siempre, en que la vida me desborda.

Cuando se termine de concretar la unificación del mundo, la verdadera “globalización” cultural, cuando sea todo igual, se acabe la diversidad, se acabará la historia, y solo será una repetición constante en todos lados. Pido que cada uno sea diferente a otro, porque la diversidad enriquece, y las diferentes vivencias de una persona a otra mostraran otra cara del mundo, de lo que somos y vemos, por eso nunca viviría con alguna persona igual a mi, es que sería muy aburrido.

Tendemos a decir yo tengo razón, yo quiero esto, cuando ni siquiera sabemos quienes somos. Peor decir esto es lo que necesito cuando lo que necesitamos es ser felices.

Friday, July 14, 2006

Perecedero es vivido...

Perecedero es no haber vivido, no haber gozado..

..no haber cumplido con el cometido máximo, comprometimiento con uno mismo..

..con el pleno goce de nuestras facultades sensitivas..
..de ser lo que debemos ser con nosotros mismos, para nosotros mismos..

..intensificar lo sentido, acoplar el “corpo nostrum” …







No es que escribo, solo escupo dedazos en el teclado.

No es que piense, sino que algo piensa en este momento, porque no hay yo, solo hay niebla y asfalto rojo…

..Solo hay rostros crudos, en las mañanas iluminadas..

..solo hay muerte, pues el mundo ha terminado, ha sido falseado..

..y en la muerte, naceremos nuevamente, cuando nuestras viejas cenizas sean incineradas, con nuestro opaco pasado y nuestro cuerpo gordo..

Tuesday, June 27, 2006

Voluntad que adviene.

“En toda voluntad hay pluralidad de sentimientos. El sentimiento del estado del que se quiere salir, el estado del que se tiende, la sensación de estas direcciones, “a partir de aquí”, “para ir allá”; y en fin, esto sucede en una acción muscular aleatoria que nos pone en movimiento, que entra en juego maquinalmente hasta pronto como nos disponemos a “querer”. En otro lugar la voluntad no es un complejo e sensaciones y pensamientos, sino también y ante todo un estado afectivo, la emoción de mandar.
Lo que llaman ante todo “libre arbitrio” es esencialmente el sentimiento de superioridad que se experimenta ante un subalterno. “yo soy libre el debe obedecer”, he aquí lo que hay en el fondo de toda voluntad.
Querer es ordenar en si mismo algo que obedece por lo menos, es pensado como obediente.”


El querer es en fin el obrar, el sentimiento que nos guía en el mundo social, la voluntad de decir, quiero todas las responsabilidades, el querer todo en que en fin es el inflar el “yo”, y la voluntad por el piso sin un gran yo, sino una voluntad de acción, de tener la capacidad de obedecer. O sea son opciones de vivencia terrenal, esto o esto, radica solo en el “querer” en tener la acción en nuestros actos.

Wednesday, June 14, 2006

frases...

Llega el momento de saborear, de ingerir lo vivido, entonces, nos amigamos con nosotros mismos, con nuestro pasado, presente, futuro, que en fin son lo mismo.

Sabremos lo que alimenta nuestro espíritu, entonces lo alimentaremos con eso que nos intensifica y enriquece, pues lo que importa siempre nos es ajeno, nos es confuso, no lo sabemos identificar como algo clasificable, entonces dudamos, no sabemos que es para nosotros, si nos es sano y bueno.

Algunas personas no son lo que pensamos, nos armamos una idea de lo que es, lo que vemos, lo que nos sugiere, lo comparamos con nuestras experiencias con otras personas, entonces clasificamos al individuo de la forma que más convenga a nuestra racionalidad.

Monday, June 05, 2006

El aroma (el perfume).

El aroma, ese aroma que desprendías aquel abril, esos olores dulces que tanto emanabas. Olor de los ángeles, de las criaturas nobles, de terso linaje robusto.
Sentir el suave cuerpo, envolverme y dejarme solo, en un extasy profundo. Porque he bebido tu sangre, y tu cuerpo, con el vino y el pan, sin un solo destino que no sea la carne.

He visto tu cuerpo entrar en esporádicas descargas emocionales, sensitivas, hasta convulsionar la mente y perder todo horizonte, todo anhelo terrenal, dejando todo sueño alocado en templadas noches de verano.

He tocado, con la punta de los dedos, el cielo de los ángeles perdidos, de la suerte loca. Del caminante perdido, porque sé que te encontraré en tus sueños de primavera, cuando vayas a dormir sola.

Estoy flotando……



mhr

Friday, June 02, 2006

zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz

Recuperar lo perdido es valorable, perder lo perdido sería la norma, pero es valorable saberlo y aceptarlo como tal.
Pero reconstruir, revivir algo muerto, es como el muerto que da vida.Espero tomar bien los caminos a seguir, un poco a la deriva, un poco con los pies en la terra. Pero eso si, estoy caminando con la frente en alto, y voy con una vehemencia tal que floto.

Agradezco a todos, estoy bien.


Que es lo que ha pasado y pasará? No sea que solo compongan hechos, solo hechos e el todo.
Grandes son los hechos que nos tocan vivir, para nosotros el centro del universo.
Nunca nadie podrá ponerse en tu piel, porque cada persona es un mundo, y en facto estamos solos.
Cuando uno está solo es cuando puede hacer un altar de si mismo, solo para goce de si mismo, si otro fin que el pleno reconocimiento propio.

Sean felices.

Tuesday, May 30, 2006

Sol naciente.

El sol, saldrá, la madrugada de mañana con un destello que cegará los ojos de quienes no sepan de su destino próximo, de quienes no tengan las riendas de le devenir absoluto.
Y el sol brillará plenamente sobre mi, me acariciará calentando mi pecho, y alumbrará mis días venideros, porque nunca he estado en la penumbra, siempre he tenido claro de que mi suerte es pura, y por eso no temo por mi devenir, porque sé, me deparará cosas mejores, estoy solo, austero, como me gusta, en mi camino no hay persona que se interponga. Si un solitario, pero sé encontraré las personas más hermosas en el camino que viene, personas que intensifiquen lo que es uno, y que por eso no pidan nada a cambio.
Cuantas personas no saben lo que quieren, y luego son los primeros en arrepentirse por no habérsela jugado en el momento indicado, pedorros los que se arrepienten, porque la conciencia les dice, man hiciste mal, te la jugase mal, o quizás quisieron el pan y la torta y se quedaron sin nada.
Yo he perdido en algún momento, o he hecho mal, pero yo ahora quiero todo, quiero el mundo, porque estoy a la deriva, porque esta soledad intensifica lo que yo realmente soy, un fuego ardiente, hay quienes te apagan, no dejan crecer tu llama interna o cuando lo intentan suelen quemarse. Ya está el pasado ha pasado, y no le debo nada a nadie, solo a mi mismo, por el tiempo perdido, por los momentos que no me intensificaron, por lo insalubre del populacho que contamina mis aguas tibias. Lo que sé, que comienza un nuevo día para mi, estoy ansioso por ver lo que viene, no puedo esperar más ver el regalo que me dará el azar perpetuo. Dámelo ya! Esa sabiduría tranquilizante que necesito, dámela ya!

“Y dios secará las lágrimas de vuestros ojos, y no habrá más muerte, ni dolor, ni lamentos, ni existirá el cerebro; porque las cosas pasadas ya han sucedido”.

Revelaciones.

M.H.Recchi

Wednesday, May 24, 2006

Frases.

Estamos en constante movimiento y dejamos al azar los brazos flojos,
sabemos,el cambio es bueno, porque es el movimiento,
la constante aventura,de estar vivo y coleando.

Por que dejarse estar seco, cuando vivimos bajo la lluvia,
porque el humano es el único animal que se convence que no está en el paraíso,
y ademas se convence de que puede ir al infierno.

Si la verdad es una mujer, es una mujer muy esquiva, pues hay algunos que no conocen a las mujeres y creen poder clasificarlas.

MHR

Monday, May 15, 2006

Acenso social indiscriminado .

Todos pertenecemos a un cierto estrato social, una mezcla de requerimientos básicos económico-cultural marcados, estipulados, medidos e estandarizados, puestos y denominados los estándares para incluirnos en uno. Nos denominan y empacan, clasifican, entonces estamos programados según nuestra programación con ciertas vestimentas y lugares frecuentados. Que también por el mismo precio de una prenda o lugar frecuentado puede dividir y suponer por medio de un análisis subconsciente y conciente de que tal o cual supone cierta clase social por tal auto o prenda que disponga el individuo. Bueno sujeto a tiene cual pantalón o zapatillas Niké supone algo.

Pero como cierto insecto se mimetiza con una abeja, denota cierto veneno o peligrosidad, por los colores amarillos y negro en líneas, entonces cierto animal no lo comerá por creerlo peligroso; lo mismo pasa con los estratos sociales, un estrato social más bajo aspira a consumir ciertos productos mimetizados con los Nike o los levi’s etc., aparenta cierta clase y así puede mezclarse, utilizar celulares por ejemplo, en un tiempo denotaba cierta clase, ahora los celulares llegaron a precio de consumo masivo, y así deja tranquila a esa clase de que en cierta manera está accediendo a productos y comodidades de la clase más alta y tranquiliza las frustraciones de escalamiento social, porque una persona de grandes aspiraciones de escalamiento social, en la frustración puede llegar a causas de stress extremo hasta el punto de violencias familiares, como las descargas de abusos por los jefes de un padre de familia por ej., descargando esa ira en algún hijo o mascota, las frustraciones, los abusos por parte de sus jefes, los abusos por ende de los subalternos a el mismo, lleva a grandes niveles de stress la sociedad actual.
Mientras más posibilidades de poder competir en la escalada, y de tener grandes posibilidades de cambiar de posición más grandes son las formas de violencia, contra uno mismo (en caso del suicidio), contra la sociedad ( en caso de las sociedades de alto grado de homicidio, como eeuu. Con muchos casos de homicidios en masa, o asesinos múltiples) . Lleva a altos grados de violencias y sadismos, problemas sexuales que abundan, todas las enfermedades del mundo actual. El caso uruguayo, alto grado de suicidio, bajo en homicidios, eeuu. Todo lo contrario.

Entonces es un gran problema para los estados actuales, el alto grado de violencia e inconformidad, entonces cosas como darles “perlas de plástico” a las clases bajas tranquiliza la obsesión por el escalamiento, hasta el punto de que unas “perlas de plástico” les dé una satisfacción escalatoria, una pequeña migaja de compartir el mundo de las comodidades burguesas.

Sino como se justifica que una persona que vive pidiendo (planchas) tengan unas zapatillas de 4.000 pesos, quizás le cueste hasta comer, pero le sirve más calmar las ansias de frustramiento adquisitivo. Este es un claro caso, el mundo de exige éxito social, exige triunfar, escalar, por eso se prefiere le suicidio a la frustración, vivimos en el mundo del stress on streets, del atomisamiento gráfico informativo, a el impulso hedonista individualista, mucha gente sola, frustrada, enloquecida, aburridos, treinta añeras solteronas, hombres obsesionados sexuales que no se le para, mujeres con hongos o enfermedades de transmisión sexual, hombres abatidos frustrados que nunca hicieron lo que les gustaba en la vida, que siempre les quedará en la duda si hubiesen podido llegar a ser felices de verdad, a llegar a saborear el hecho de hacer lo que siempre uno quiso.
Entonces vivimos en la tierra de la frustración. De la inconformidad masiva.

Sunday, May 14, 2006

De lo que muere a lo que adviene.

Han visto como las personas pasan por nuestras vidas, las relaciones humanas caducan, mueren, pasan, uno olvida, yo ya estoy muerto,y eso me deja perplejo, me deja vibrando en la vida, como todo ha muerto, se ha secado, es que ya no eres tan especial, tu nombre no se ha forjado, ya no tienes aquel brillo de verano, tu nombre ha caducado,tampoco vistes tan bién, has dejado de usar tus pantalones rojos.
Pero algo muere, otro algo nace, quizás con más vida, quizás con más afirmamiento y preponderancia de lo que has vivido antes, porque no se puede saber que tan intenso es el futuro, que tan intenso será nuestra próxima "cosa vivida", sabremos cumplir!.

Es lo que necesito, intensidad!, lo que no he tenido hace tiempo, dejame perderme, dejame osarme a amar tu mirada, a perderme en tu armomas de piel dulce, solo, quiero, quiero, tener miedo de perder algo, del miedo a perder lo que más quieres y sufrir, gozar, intensificarme, denme algo vivo, no seco, ni mojado, ni intrínseco, algo netamente vivo.

Porque yo estoy vivo, y estoy latiendo.

Tuesday, May 09, 2006

Música 1.

La música, por lo que entiendo por ella, es llegar a un estado de “perderse” en lo que uno está haciendo, abstraerse, concentrarse tanto en lo que uno está efectuando que no exista otra cosa más y el “existir” se reduce a una frecuencia compartida con otras personas.

Que en fin estamos hablando de eso personas, se comunican, se complementan en cierto momento esas personas. Pero lo importante de todo esto que abordaba era la comunicación, pero una comunicación más cerca del pensamiento “puro” en el sentido de símbolos, y la falta de ellos en la música, (que en el habla no se crea este efecto), pues hay que acomodar el pensamiento a un esquema simbólico, a la red simbólico-cultural para llevar la idea (desprotegida de conceptos) al mundo. En la música no pasa eso, del pensamiento al acto no hay barreras, lo que imaginas lo tocas. A eso iba, a la comunicación; claro un ejemplo cuando pasa en las improvisaciones ¿ porque una banda cambia sin previo aviso a una idea común al mismo tiempo? Yo diría que es un medio de comunicación más puro que el habla, algo más cerca de la telepatía, de lo “extra sensorial”. Comunicación sin símbolos, hablando en las improvisaciones musicales sobre todo, porque no es lo mismo leer una partitura y seguirla al pie de la letra que hacer un cambio brusco de tiempo y melodía sin previo aviso, solo por tener el cambio en el aire, oler que tienes que hacerlo, nada más, con la sensibilidad exacta.

Se llega a una “mente común”, y creo que esta frase lo describe bastante bien, por lo de compartir esto con alguien, lo de llegar a ese estado mutuo y totalmente compartido, (alguno que lo haya sentido lo podrá comprender). Y después de conocer esto creo que tampoco todo músico llega a ese estado, te das cuenta que eso lo debería estar gozando plenamente, de exaltar el espíritu, de calentar el ambiente y la sangre, de llevarte a otro lugar y abstraerte de todo. Y cualquiera podría hacerlo, hasta el más estudioso y erudito de los músicos, hasta vos, pero también es una forma de llevar la vida y exaltar lo vivido, entonces con muy poca técnica puedes lograr cosas deliciosas de contenido emocional.

Música soul, música religiosa por ejemplo llega a un estado de exaltación del espíritu, porque la técnica, en este caso la música, es solo un medio para lograr lo querido, no el fin en si mismo; no querer fama o dinero; lo único, gozar, exaltarse, perderse, llegar a eso. Entonces eso se trasmite, se suda y se huele, se sufre y se goza, se calienta el ambiente y todo se torna rojo, las formas se curvan y entras en el tubo de la ola, y la ola va, te lleva pero también la llevas, entonces no sabes si dominas o no, por lo pronto te dejas llevar, cierras los ojos, sueltas el cuerpo, ya no hay dolores, ya no hay cuerpo, ya no hay nada, el mundo se ha terminado, pero tu solo te dejas llevar para olvidarte y perderte de que el mundo se ha terminado, y tu finalizas sumido en la felicidad y la locura. Amor a lo no temido.

Thursday, May 04, 2006

Somos las flores.

Un río, corre, vive, palpita, mantiene el movimiento, como yo ahora, palpito.
Quiero agradecer, a la vida, a cada momento intenso de vida, a cada calle de mi cuidad que ha albergado cada caminata, cada momento de mi vida. Quiero agradecer a los acompañantes de mis viajes, a lo que de una manera u otra han participado de mi vida, de mis momentos vividos. Porque solo estoy agradecido, no tengo rencor, ni arrepentimientos, solo agradezco por sentirme tan vivo, por tener estos momentos intensos. Porque de una manera u otra es la manera de ver la vida de un modo intenso.
Tengo tantas cosas para decir que las palabras no alcanzan sino que no especifican lo intrínseco de lo sin forma ni cuerpo.
Gracias los que me han dado cariño, a los que aceptan la vida tal cual yo la veo, eterna.
Gracias a cada forma de vida que palpita como yo, a los hombres que vienen, a los grandes hombres muertos. Esos grandes hombres que yo tengo de amigos, esos que saben y que no saben nada.
Mi vida como arte, como un mosaico de hechos, que, según como los mezcles y compongas, como un recorta y pega, copiar y pegar, que es la variante de una vida creativa, la vida arte, eso, llegar a la perfección del arte para llevarlo a cabo en la vida, y no al revés.
Sí, los amo, amo tanto en este momento, porque estoy exaltado, la vida me exalta cuando estoy solo y veo la importancia de las verdaderas cosas.
Los amo a todos aunque no lo quieran, aunque no lo necesiten o lo crean insípido o hippies mis palabras, no me importa, yo lo siento y lo vivo, y eso me tiene sin piedad, por que igual los quiero.
Soy un animal en extinción, una especie exótica, soy la cola del pavo real, soy una flor que florece cada día, y los que no viven la vida alegremente, no son merecedores de ella misma. Porque deberían ser las flores de este Montevideo gris e inerte.

Monday, May 01, 2006

La felpa reina.

El amanecer, el ocaso, acaso no son en fin la misma cosa, la vida , la muerte, el azar y el lugar que nos deja en el mundo.
Ahora sabremos cumplir con nuestro cometido en la TIERRA, la sangre nos lleva por dondde debemos pararnos, ampliar nuestras espectativas, porque para cosas grandes estamos hechos, y sabremos hablar como reyes.Porque de la realeza salen los cambios, cambios dentro de nosotros, que hay como incubando, el grito de los dioses, la palabra en llamas, el estigma del rayo en cada una de nuestras acciones.
No escucharán la plebe estas palabras, por ser incomprensibels para sus dialectos de mediocridad mesurada.
Explotan en llamaradas de color azul plateado, explotan en elixires saboreados por los dioses, aromas de hiervas secas, para los paladares de la arisocracia que se adviene.
La deliciosa forma de saborear la vida eterna, de saborear lo que unos no saben deleitarse, de los que no saben el verdadero sentido de la carne, el sexo, la música. Porque la música es la vida y la vida es música, los colores son notas, la frecuencia está en el aire, solo ahí, y hay que tener la sensibilidad exacta para detectarlos, solo la gente sensible sabrá detectar la frecuencia máxima, la del orgasmo eterno, y solo ellos sabrán llegar al orgasmo eterno, a la cúspide de las sensaciones, a la reina de la sensibilidad extrasensorial.
Saboreen la vida! esto es lo último de sus vidas, el apogeo de las inhibiciones sucumbirá ante la majestuocidad de la vida como arte, de la vida como eterno cambio, lo que sustenta mi vida es el gran mi mismo-no yo mismo, que se expande y crece como un globo. Eso, es que estoy tan vivo. Y vivo en una tumba llena de rosas rojas, vivo en un ataúd de sedas chinas exóticas.

Eso, la felpa reina!

No tengo palabras para decir lo que estoy sintiendo, porque lloro y porque bailo. Porque sentí lo que sentí, porque me obligué a exaltar la vida, a sentir de manera absurda y extralimitada, arrojandome al vacío solo para saber lo que es volar. Es lo que alimenta mi yo. Lo único que sé es que volé muy alto esta vez, y agradezco compañeros de viaje, que ellos son los únicos que saben porque digo lo que digo y hago lo que hago. Gracias a todos los que han participado en mi vida-viaje, los que saben como hemos vivido la vida. No a los mediocres que no se la han jugado en vida
y menos en muerte. A los que la vida los extralimita y los invade, entonces dejan la tierra y el cuerpo, para ahondar en el éter e iluminar las sombras, somos la luz de la vida, porque emanamos del fuego y tenemos la certeza final, la vida se nos da como queremos.

La felpa reina!

Tuesday, April 25, 2006

Sueño 2.

Me encuentro con el polaco, es lo primero que recuerdo de mi sueño, me pregunta porque lili(su hermana)y panchito cayeron en cana, le digo que no sé.Estamos hablando y aparecen pedro, mágico, unas chicas bonitas de piel tersa que no conocía.
Hay dos móviles un auto deportivo rojo fuego ochenterísimo, y otro movil que se parece a un auto porque tiene ruedas pero no sabría decir que era, parecía más a un juguete que un auto, porque tenía la forma de un cañon como de circo(de payasos).Unos se van en el auto deportivo, la idea era comprar alcohol para hacer una fiesta, yo y pedro nos vamos en el cañon de payasos.
En cierto momento se convirtió el cañon de payasos en una moto enduro, calle muy mojada, llovía torrencialmente, yo agarrado de la moto con las manos, todo el tiempo casi por caerme.
Estación de servicio, paramos compramos unas cervezas, seguimos el rumbo, subimos por un cantero, al bajar de el nosa caemos, derrapamos en el suelo mojado, resvaladizo, deslizamos, esta la primera de como cinco, pero luego al acelerar, llegamos a 150 kilometros por hora, tomamos la calle ricaldoni, esa curva enorme, a esa velocidad yo comencé a elevar los pies hasta tenerlos por ensima de la cabeza, no podía bajarlos, hacía fuerza y no podía, la uferza de la velocidad me los subía cada vez más, y en cierto momento de la curva, comenó a derrapar de costado a esa velocidad, las manos no me aguantaban la fuerza que me impulsaba hacia la caida, que no sería como las otras, sino a esta velociad sería desatrozo hasta que no aguanté más, cuando fuí a caer, desperté exaltado.


Duermo nuevamente.

Casa en las afueras desconocida y enorme, llena de gente, chicas que me conocían y yo no a ellas, me sacan a bailar de a una y de a varias, tocaba algo indefinible en una especia de escenario enorme.Algo feo.Una chica que metoca la pija.Monos por el lugar.Licores de banana.Bailamos.Tomamos licor de banana.Monos exaltados.Un chico que quiere bailar conmigo, le digo que no.Todo muy borroso.