Nada suena, en la niebla espesa, en el denso aire brumoso el sonido recorre mucho más lento el éter. Todo se mueve de forma lentecida y parece ser la humedad un muro, un mar, una coraza de la noche. Baila y baja lentamente nena, se una gata esta noche para que juegues con mis sombras. Si! Produciré un sonido tan grave y bajo que te hará vibrar el esqueleto y el cuerpo, quince hertzios, trece, doce, diez hertzios, y sigue bajando. Bajará hasta ser un sonido salido desde un agujero negro y agite la sangre que nos envuelve. Ocho, siete, seis hertzios, el submarino sigue bajando y el avión sigue subiendo, nuestra presión arterial tapa nuestros oídos y nos embulle en un sacrificio de carne rosada. Cinco, cuatro, tres Hz! El peligro es inminente, las pieles tiemblan de miedo y quieren salir despegadas del cuerpo a 100 quilómetros por hora. Dos, un Hz….
….Espacio, silencio…
…Ya no hay nada, no hay cuerpo, no hay ayer, ahora ni mañana…
…No siento un yo, ni individualidad; soy una cosa-partícula en el aire, solo me muevo, me dilato, me contraigo, efímero y volátil pero siento un recorrer dentro, una alegría y paz celestial; soy mi astro en su cenit, mi rumbo en mi mismo, entonces no se donde estoy ni me importa. Y aunque la luna que duerme, ya no baila conmigo esta noche.
Descansa luna, descansa de mi, de todas esas noches que me has dado, las veces que he visto a tu cara sonriente. De tu eterna comprensión en las noches duras y en las grandes fiestas de luna llena. Pues llena de ti estoy, de esa luz blanca azulada deambulando por y dentro mío, gracias y alabada seas!!!